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MensajearCiudad de México, a 27 de junio de 2025.- Un escandaloso informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos ha destapado una operación sin precedentes en la que un hacker vinculado a un cártel de la droga utilizó el sistema de videovigilancia de la Ciudad de México para espiar a un funcionario del FBI, identificar a colaboradores y facilitar actos de intimidación y asesinato contra enemigos del cártel.
La revelación forma parte de una auditoría realizada por el Inspector General del Departamento de Justicia norteamericano, centrada en los retos de la llamada "vigilancia técnica ubicua", una amenaza creciente para la seguridad global derivada del uso masivo de cámaras y tecnologías de localización.
Según el informe, el hacker —cuya identidad permanece reservada— trabajaba para el Cártel de Sinaloa, grupo criminal dirigido por Joaquín "El Chapo" Guzmán. A través del número telefónico de un agregado legal del FBI en la embajada de Estados Unidos en la capital mexicana, el pirata informático logró obtener detalles de llamadas, registros de ubicación y, lo más alarmante, seguir sus movimientos mediante el sistema de cámaras públicas de la ciudad.
Con esta información, el cártel no solo logró monitorear reuniones clave del agente, sino que también identificó a informantes y colaboradores de la agencia estadounidense. Algunos de ellos fueron objeto de amenazas directas y otros, según el informe, asesinados.
A pesar de la magnitud de la operación, ni el FBI ni el Departamento de Estado han emitido declaraciones hasta el momento. Tampoco se conocen detalles sobre las víctimas o el hacker involucrado.
Este caso revela una creciente vulnerabilidad en el uso de herramientas tecnológicas que, lejos de limitarse al combate al crimen, pueden ser reapropiadas por los mismos grupos que buscan evadir la ley. La intersección entre crimen organizado, vigilancia estatal y ciberespionaje plantea un desafío urgente para los gobiernos y sus agencias de seguridad.
