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MensajearZitácuaro, Mich., a 29 de mayo de 2025.- La guerra en el oriente de Michoacán entre dos grandes cárteles del crimen organizado, toca a las puertas de Zitácuaro, registrándose el miércoles un fuerte choque armado y con explosivos, justo frente a una caseta de la Policía Municipal abandonada. La única víctima conocida de este intenso choque armado, es un trabajador que pasaba por el sitio en la camioneta de su trabajo.
Desde mediados del mes, una serie de incursiones armadas, ejecuciones y enfrentamientos han tenido lugar en municipio del oriente de Michoacán, específicamente en Huetamo, Tuzantla, Tiquicheo y Juárez.
La ruptura de la tregua entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) – Los Correa y La Nueva Familia Michoacana (LNFM), puso nervioso al jefe del CJNG en la región, William Edwin Rivera Padilla alias “El Barbas”, quien buscó cooptar a la población de Aputzio para que reportaran las incursiones de La Familia.
El temor del Barbas se hizo realidad el miércoles, cuando sus sicarios se encontraron de frente con los de La Familia en la carretera Aputzio – Zitácuaro, y se desató un enfrentamiento.
La balacera ocurrió justo frente a una caseta de la Policía Municipal, la cual está abandonada a pesar de la conocida operación del crimen organizado en la zona y pese a las denuncias de los pobladores, difundidas por esta Agencia de Noticias, sobre el acercamiento del jefe del CJNG hacia la población.
El tiroteo se prolongó por varios minutos, usando los sicarios armas largas y explosivos; aunque en el sitio se halló una granada sin activar, se presume que también se usaron explosivos arrojados por drones.
Al arribo de las autoridades, la escena era dantesca, camionetas baleadas en el camino, un hombre muerto en un charco de sangre al pie de una camioneta, y una granada de fragmentación tirada en el suelo.
El hombre asesinado fue identificado como Isaac Emiliano N., trabajador de una mueblería que iba pasando por el sitio cuando se desató la refriega.
En el sitio fueron aseguradas cuatro camionetas baleadas y presumiblemente con reporte de robo, aunque los delincuentes fácilmente pueden hacerse de varias más, de cualquier persona que transite por los violentos y abandonados caminos del oriente de Michoacán.
