Washington DC., EEUU., a 7 de marzo de 2025.- Rubén Oseguera González, alias "El Menchito", hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, "El Mencho", líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue sentenciado este viernes a cadena perpetua por una cortes en los Estados Unidos. Considerado el segundo al mando de la organización criminal antes de su captura, Oseguera González tuvo un papel clave en la estructura delictiva del grupo hasta su detención y posterior extradición y sentencia.
Desde temprana edad, Rubén Oseguera González se involucró en las operaciones del CJNG, una de las organizaciones criminales más poderosas de México. Se le atribuye la supervisión del tráfico de drogas, el lavado de dinero y la logística del cártel en diversas regiones del país. Su influencia creció con el ascenso de su padre, consolidándose como una figura clave dentro del grupo criminal.
Oseguera González fue detenido por primera vez en enero de 2014, pero logró ser liberado por falta de pruebas. Sin embargo, en junio de 2015, fue recapturado en Zapopan, Jalisco, durante un operativo de las fuerzas federales mexicanas. Desde entonces, permaneció en prisión mientras enfrentaba múltiples cargos relacionados con el crimen organizado.
En febrero de 2020, el gobierno mexicano lo extraditó a Estados Unidos, donde fue acusado de conspiración para distribuir drogas y participación en una organización criminal trasnacional. Su extradición representó un golpe significativo para el CJNG, ya que se le consideraba el posible sucesor de su padre al frente del cártel.
Oseguera González enfrenta su proceso judicial en una corte federal de Washington D.C. Las autoridades estadounidenses lo señalan como un actor clave en el tráfico de metanfetaminas, cocaína y heroína hacia EE.UU., así como en la gestión de recursos financieros provenientes de actividades ilícitas.
El juicio en su contra, donde fue hallado culpable y sentenciado a cadena perpetua, es parte de la estrategia del gobierno estadounidense para debilitar al CJNG, una de las organizaciones criminales con mayor presencia en Norteamérica y recientemente designada organización terrorista.
Aunque su defensa ha argumentado que no hay pruebas suficientes para demostrar su liderazgo dentro del cártel, la fiscalía sostiene que su rol fue determinante en la expansión del grupo criminal.