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MensajearCali, Colombia, a 10 de junio de 2025.- Una oleada de atentados con explosivos estremeció a Colombia este martes, dejando al menos diez personas muertas y heridos que se contarían por decenas, en uno de los días más violentos del año. En apenas cinco horas, se registraron 17 ataques coordinados en Cali y municipios cercanos del suroccidente colombiano, dirigidos principalmente contra estaciones de policía.
Entre las víctimas mortales se encuentran seis civiles y cuatro agentes policiales, según fuentes oficiales. Los ataques, aún no reivindicados por ningún grupo armado, se atribuyen extraoficialmente a disidencias del Estado Mayor Central de las FARC (FARC-EMC), grupo que ha sido señalado previamente por actos similares en la región.
Lo que más ha alarmado a las autoridades es la diversidad y sofisticación de los explosivos utilizados. Los informes preliminares detallan el uso de coches bomba, motos bomba, cilindros cargados con explosivos y drones armados, lo que evidencia un despliegue logístico complejo y una creciente capacidad ofensiva por parte de los actores armados ilegales.
Las explosiones han generado escenas de caos y terror entre la población civil, así como desplazamientos forzados en zonas rurales. Las autoridades han iniciado operaciones conjuntas entre la Policía Nacional y el Ejército, en un intento por contener la violencia y capturar a los responsables.
Estos atentados se producen en un contexto de tensión creciente en el suroccidente del país, donde las negociaciones de paz impulsadas por el gobierno de Gustavo Petro con diversos grupos armados se encuentran estancadas. La política de "paz total", uno de los pilares del actual mandato presidencial, atraviesa uno de sus momentos más críticos, entre recrudecimiento de la violencia y cuestionamientos por parte de distintos sectores políticos.
Mientras tanto, comunidades enteras siguen atrapadas en medio del conflicto, con un miedo renovado que recuerda los peores momentos del conflicto armado colombiano.
