Ciudad de Guatemala, Guatemala, a 12 de junio de 2025.- El gobierno guatemalteco ha relevado de sus funciones a 12 agentes policiales implicados en un confuso y delicado enfrentamiento ocurrido el pasado domingo en la frontera con México, específicamente en el municipio de La Mesilla, departamento de Huehuetenango. La decisión fue tomada tras una pesquisa preliminar interna, en medio de crecientes tensiones diplomáticas entre ambos países.
El incidente se produjo cuando policías mexicanos cruzaron la línea fronteriza en plena persecución de presuntos narcotraficantes, desatando un tiroteo en territorio guatemalteco. En imágenes que circularon ampliamente en redes sociales, se observa a los agentes guatemaltecos presentes en la escena, sin intervenir de manera activa, lo que ha generado cuestionamientos sobre su actuación.
El ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez, confirmó que los policías involucrados fueron trasladados a la capital para facilitar su investigación. “La Inspectoría General ha actuado de manera inmediata, y ahora corresponde al Ministerio Público esclarecer si hubo omisión o alguna responsabilidad penal”, señaló Jiménez en rueda de prensa.
La situación ha provocado un intercambio de declaraciones entre las autoridades de ambos países. Mientras Guatemala exigió explicaciones por la incursión no autorizada de fuerzas extranjeras, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ofreció disculpas y reconoció que la entrada a suelo guatemalteco “no debió haber ocurrido”.
En un intento por apaciguar las tensiones y reforzar la cooperación bilateral, el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, anunció que ambos gobiernos reactivarán el Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad (GANSEG), con el objetivo de coordinar acciones concretas frente a los crecientes desafíos en la región, particularmente el narcotráfico transfronterizo.
La zona fronteriza afectada, cercana a Frontera Comalapa en el estado mexicano de Chiapas, es considerada estratégica por las organizaciones criminales que operan en el corredor entre Centroamérica y Estados Unidos. Según autoridades mexicanas, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se disputan desde 2021 el control de estas rutas, provocando violencia, desplazamientos forzados y masacres.
El incidente más reciente, en el que cuatro presuntos delincuentes fueron abatidos tras el cruce fronterizo, se relaciona con un ataque previo que dejó cinco policías mexicanos muertos. Sin embargo, más allá del tiroteo, la actuación pasiva de los agentes guatemaltecos —algunos de los cuales fueron grabados dialogando con los supuestos narcotraficantes— ha provocado indignación pública y presión política para que se depuren responsabilidades.
Una de las imágenes más polémicas muestra a un vehículo militar guatemalteco, donado por Estados Unidos, siendo utilizado como refugio por los hombres armados, mientras un soldado permanece inmóvil desde la escotilla, sin intervenir.