Washington, Estados Unidos, 7 de julio del 2025.- Texas vive una de las peores tragedias recientes tras las intensas lluvias que provocaron graves inundaciones, las cuales han dejado hasta el momento un saldo de al menos 91 personas fallecidas.
La zona más afectada es el condado de Kerr, donde se reportaron severos daños a viviendas, infraestructura y caminos.
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la cifra de víctimas y expresó que “91 almas inocentes han fallecido”. Ante la magnitud de la emergencia, el presidente Donald Trump firmó una declaración de desastre mayor para agilizar la llegada de recursos y apoyo federal al estado.
La medida permitirá canalizar ayuda económica, equipos de rescate y asistencia directa a los damnificados mientras que autoridades locales han pedido a la población mantenerse alerta, ya que persisten las condiciones de riesgo en varias regiones del centro y sur de Texas.
Leavitt rechazó las críticas dirigidas al presidente por la gestión de la crisis. “Culpar al presidente por estas inundaciones es una mentira depravada”, señaló, y subrayó que el gobierno federal respondió con rapidez desde el primer momento ante la emergencia.