Cerrojazo con broche de oro en el palacio del arte en Morelia, Michoacán, donde se cortaron nueve orejas con toda justicia

Cerrojazo con broche de oro en el palacio del arte en Morelia, Michoacán, donde se cortaron nueve orejas con toda justicia
Cerrojazo con broche de oro en el palacio del arte en Morelia, Michoacán, donde se cortaron nueve orejas con toda justicia
Cerrojazo con broche de oro en el palacio del arte en Morelia, Michoacán, donde se cortaron nueve orejas con toda justicia
Cerrojazo con broche de oro en el palacio del arte en Morelia, Michoacán, donde se cortaron nueve orejas con toda justicia
Cerrojazo con broche de oro en el palacio del arte en Morelia, Michoacán, donde se cortaron nueve orejas con toda justicia
Autor: Óscar Tapia Campos / Noventa Grados | Fecha: 17 de Octubre de 2021 a las 12:05:00

(Fotos: Iván Rodríguez Alcaraz)

Morelia, Mich., a 17 de octubre del 2021.- Grandiosa noche de toros las que se vivió en el Palacio del Arte, Sagrario de los Consagrados, donde un nutrido público disfrutó de cuatro grandes faenas y el mismo número de estoconazos hasta los gavilanes y, por eso, jubiloso salió toreando del hermoso coso del oriente moreliano.

No hubo quién quedara a deber, porque los seis alternantes estuvieron a la altura de la dignidad y el orgullo, porque todos entregaron lo mejor que pudieron y cada uno alcanzó el aplauso y la ovación ensalzadores del respetable. Las diferencias fueron marcadas por la calidad del contribuyente que le tocó a cada uno en suerte, habida cuenta que los cuatro de Corlomé se dejaron meter mano, no así el de Jorge Hernández, ni el de Lebrija.

Fue una noche triunfal en la que se cortaron 9 orejas con toda justicia. Los matadores Arturo Gilio, Juan Chávez, Pepe López y Rodolfo Chávez salieron a hombros porque desorejaron a los buenos novillos toros de Corlomé, esa ganadería de don Sergio Lomelí que pasta en Ojuelos, Jalisco: El matador Teodoro Gómez le arrancó un apéndice al mal toro de Lebrija. Quien no tocó pelo fue el diestro de la Perla del Cupatitzio, Paco Dóddoli, debido a que le salió un pésimo burel de la ganadería de Jorge Hernández.

Fue una noche de esas que no se olvidan, gracias a que todo se conjugó para que el festival de matadores saliera redondo, habida cuenta que la novel empresa JJ Taurinos cerró con broche de oro su muy buen serial de eventos con los que se reactivó la fiesta brava en el Palacio del Arte. Muy buen encierro de Corlomé, buena sexteta de matadores, entrega total de todos, y un público sensible que entendió, disfrutó y salió toreando de la plaza.

PACO DÓDDOLI

Al longevo diestro de la Perla del Cupatitzio le tocó en suerte lo peor del encierro, un novillo toro aplomado, débil, manso, peligroso y rajado que no tenía ni un pase. Así y nada el torero uruapense lo saludó con bellos mandiles y una rebolera. Después le robó literalmente doblones estéticos, derechazos largos y pases de pecho que se sacó de la manga. Mató de media estocada contraria y tendida, Ovación.

TEODORO GÓMEZ

El poeta del capote no mintió, no desmereció y sí en cambio dio cátedra de bien torear, porque con todo y que le tocó en suerte "Empresario", un novillo rebrincon, ríspido, débil y de media embestida de la ganadería de Lebrija, el diestro moreliano dejó ver su arte y su torerismo. Lanceó a la verónica con ese ate quintaesenciado que siempre lo caracterizó como capotero. No tuvo contribución de parte de Empresario, había que poderle, entonces, y le pudo andándole despacio, enseñándolo y pintorreándole derechazos y naturales para luego esculpirá una tanda extraordinaria de 5 molinetes y una revolera. Concluyó con media ración de acero en buen sitio. Una oreja.

ARTURO GILIO

El lagunero y moreliano vio salir de toriles a Bibliófilo, toro de Corlomé, al que saludó con verónicas y un exquisito remate por revolera y después un quite por chicuelinas luminosas. Toro muy bravo que dio tumbo al picador, pronto, claro de embestida y con mucha fijeza. Arturo Gilio se prodigó en pases muy bien diseñados y con mucha transmisión. Estructuró una faena variada que, tanda a tanda le fue ovacionada: naturales hondos, derechazos corriendo la mano con tersura, molinetes de rodillas, pases de pecho, manoletinas, adornos y desplantes muy toreros. Metió estoconazo hasta la empuñadora y cortó dos orejas.

JUAN CHÁVEZ

Apoderado fue el toro de Corlomé que le tocó en suerte, toro toro muy serio, bravo, claro y de acometida alegre, al que le dio un saludo capotero con mandiles lucidores, verónicas sedosas y revoleras de luz; después de la pica pinceló un quite por gaoneras esenciales que remató con una revolera sin mácula. Juan Chávez realizó una faena de esas que se esperan con ansias, porque fue generoso en su trasteo y pinceló una faena muy variada y de conexión en el tendido: ayudados por alto, cambiados por la espalda, largos derechazos con mucho sabor y brillo, manoletinas muy ceñidas. Había qué ver el garbo y el donaire con que se condujo el fino torero de Lagunillas, tanto así que se justó y gusto. Metió la toledana hasta la empuñadura. Dos orejas.

PEPE LÓPEZ

Reapareció el artista al que siempre se le espera en noche de ensueño. Visionario, el toro de Corlomé, no fue de lo mejor, pero Pepe López lo construyó a fuego lento hasta lograr que rompiera y, entonces sí destapó el pomo de las esencias con ese su toreo aseado y artístico. El torero torerazo pinceló derechazos con ritmo, sabor y hondura que provocaron largos olés del respetable; le vimos naturales tersos, imantados y luminosos que provocaron la algarabía; nuevamente corrió su diestra en redondo para provocar que el Palacio del arte todo estallara de júbilo y esta vez sí coronó con una estocada completa en todo lo alto para cobrar merecidamente las dos orejas.

RODOLFO CHÁVEZ

Al Chatito le tocó en suerte un muy buen toro de Corlomé de nombre Buen Amigo, al que aprovechó de principio a fin. Desde que se abrió de capa logró la comunión porque esculpió imágenes taurinas de gran proyección a los tendidos. Inició con verónicas impecables y bellísimas que remató con una revolera y una larga muy sabrosa. El más joven de alternativa le colocó la cereza al pastel de esa noche porque su faena de muleta fue de hondura y cadencia, desmayaba los brazos sobre un valor sereno que daba luz a esa noche de fiesta y color, lo que no es mucho decir, aunque todos los diestros brillaron con intensidad. El Chato Chávez pintureó derechazos y naturales muy bien templados y espigó una tanda de manoletinas con la mirada al cielo. Mató de estocada impecable y cortó dos orejas con toda justicia que el juez de plaza, Víctor Alanís, entregó sin regates.

JJ TAURINOS

También la joven empresa JJ Taurinos cortó orejas a diestra y siniestra porque el público sigue ponderando la seriedad con que realizó el primer serial de su historia, por lo que el deseo más pronunciado es que ojalá pronto monte otro serial para seguir disfrutando de buenos carteles. Enhorabuena y... Así sea.

(Las magnificas fotos son de la autoría del periodista Iván Rodríguez Alcaraz)

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